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De hecho, no le sorprendería encontrar al señor Castanza esperándoles en la
puerta de la casa de Carrie cuando volviera, y hasta que estuviese claro cómo el
abogado quería plantear las cosas&
Volvió a mirar a Carrie, consciente de que cuando volvieran a casa iba a tener
miedo de perderla de vista. Lo cual nada tenía que ver con no volver a verla.
El problema era que cuanto más tiempo pasaba con ella, más crecía la atracción
que le inspiraba, pero sabía bien que no debía jugar con fuego.
Volvió a mirarla a hurtadillas, y tuvo que admitir que de no estar tan seguro de
que acabaría quemándose, no tendría objeción alguna que hacer a jugar con aquel
fuego en particular.
Llegaron al aeropuerto internacional de Buffalo tan pronto, que ninguna de las
compañías menos importantes habían abierto aún sus puertas.
Las más importantes sí funcionaban ya, y en cuestión de dos minutos un
empleado de American Airlines se deshacía por conseguirle a Jenny un billete para
Costa Rica.
Mientras examinaban las distintas posibilidades, Carrie observaba a Sam,
intentando averiguar qué estaba ocurriendo entre ellos. O a ella sola, por lo menos.
Al principio, no se había dado cuenta de que existiera atracción sexual entre
ellos, pero allí estaba. Y cuanto más estaban juntos, más fuerte se hacía. O quizás
estuviera allí desde le principio y ella se había negado a reconocerla. No sería de
extrañar, puesto que temía que fuese un asesino. Pero una vez había sabido con
certeza que era Leo el asesino&
En fin, fuera como fuese, era muy poco corriente. Normalmente, nunca se
habría interesado de aquel modo por alguien a quien conocía sólo de unas horas, y
tenía que admitir que estaba algo más que interesada.
Por supuesto, el hecho de que la hubiera ayudado a salvar a su hermana tenía
que estar influyendo en ella, pero había algo más, sin duda.
Quizás fuese el hecho de que no se limitara a ir por la vida de observador, sino
que interviniera en las cosas con decisión. Le gustaba eso, y le gustaba él, tanto y tan
rápidamente que le daba casi miedo.
Tiene suerte le dijo el empleado a Jenny, y aquello la sacó de su
ensimismamiento . Hay un par de plazas libres en nuestro próximo vuelo a Miami.
De un momento a otro, empezará el embarque. Así sólo tendrá que esperar un par de
horas para enlazar con el vuelo de Costa Rica. ¿Qué le parece?
Estupendo.
Carrie vio a su hermana pagar el billete en efectivo. Los tres habían agotado el
saldo de sus tarjetas de débito en el cajero automático para que no quedase rastro de
la tarjeta de crédito de Jenny al pagar el billete. Sabían que Leo intentaría seguirle la
pista por el extracto de su cuenta bancaria.
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El empleado terminó de contar el dinero y le devolvió el cambio, y mientras
ponía su maleta en la cinta transportadora, Jenny miró a Carrie.
¿Has oído que me ha dicho que el embarque empezará dentro de unos
minutos?
Carrie asintió y su hermana le dedicó una sonrisa.
¿Lo ves? Costa Rica tenía que ser mi destino. Estaba escrito en las estrellas.
Su tono despreocupado no engañó a Carrie ni por un segundo. Aunque
estuviera a miles de kilómetros de Leo, seguiría estando asustada.
Aquí tiene dijo el hombre al entregarle el billete . El embarque es por la
puerta B.
Apenas habían echado a andar hacia la puerta indicada cuando la llamada del
vuelo de Jenny sonó por los altavoces.
Perfecto dijo ella.
Es un buen presagio comentó Sam.
Tiene que serlo añadió Carrie, esperando que de verdad lo fuese, y al
reparar en que el cabello pelirrojo de su hermana empezaba a asomar bajo el pañuelo
que se había comprado en la tienda de regalos, señaló : Antes has dicho que
llevabas una peluca en la maleta, ¿verdad?
Habían repasado tantos detalles que apenas podía recordar todas las
respuestas.
Las modelos siempre llevamos pelucas en la maleta le aseguró . Tengo
una morena y otra rubia.
Así si alguien va a buscarte, será como encontrar a alguien con triple
personalidad bromeó Sam.
Carrie intentó reírse pero no pudo. Que alguien pudiese ir hasta Costa Rica a
buscarla sería su peor pesadilla.
Intenta pasar desapercibida y mézclate con los turistas le dijo al menos por
tercera vez.
Y procura no quedarte mucho tiempo en el mismo sitio añadió Carrie.
¿Queréis dejarlo ya? Me estoy empezando a sentir como Harrison Ford en El
fugitivo.
Sólo queremos que tengas cuidado contestó Carrie, justo al mismo tiempo
que hacían la segunda llamada para el vuelo de Jenny.
Tendré cuidado. No seré yo quien subestime a Leo la sonrisa forzada de
Jenny palideció un momento, pero pronto se recuperó . Y en cuanto pueda, os haré
saber dónde estoy.
A través de alguno de tus amigos le recordó Sam.
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Ah, una cosa más dijo Jenny, y sacó unas llaves del bolso . Son de la
cabaña de Linda explicó al entregárselas a su hermana . ¿Quieres devolvérselas
por mí? Estoy segura de que no tardaré mucho en acabar con todo esto, pero por si
acaso&
Claro.
Y no te olvides de llamar al restaurante hoy mismo, porque se supone que
debo trabajar mañana.
No, no lo olvidaré.
Y convéncelos de que es por algo muy importante. No es que ese trabajo me
vuelva loca, pero no quiero perderlo.
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